El dolor durante en embarazo no es normal…

El embarazo es una etapa de cambios fisiológicos y físicos que pueden causar ciertas alteraciones a nivel músculo esquelético, ya que se produce un aumento de peso en la medida que el útero crece, modificando el centro de gravedad, ampliando la base de sustentación, aumentando la curva lumbar, distendiendo los músculos abdominales, los ligamentos se vuelven más flexibles y por tanto las articulaciones más móviles, aumentando la posibilidad de presentar alteraciones y dolor. 

La pélvis esta formada por dos grandes huesos iliacos que se unen en la zona posterior con el sacro, mediante las articulaciones sacro-iliacas, y en el segmento anterior, se unen por la sínfisis del pubis, generando un gran anillo pélvico encargado de recibir el peso de la columna y transmitir esta carga a ambas piernas a través de las articulaciones de cadera. 

Existe una hormona llamada Relaxina, que es producida por el cuerpo lúteo y la placenta, ésta le da mayor flexibilidad a los ligamentos que se encargan de la estabilidad articular, y, en este caso a las articulaciones de la pélvis, lo que incrementa la posibilidad de que se generen molestias como, disfunciones sacroiliacas o en la sínfisis de pubis, entre otras.

Las alteraciones típicas que nos encontramos en las embarazadas son:

  • Dolor Sacro-Iliaco
  • Pubalgia
  • Dolor Lumbar
  • Dolor Ciático
  • Dolor Costal

Si bien estas dolencias se manifiestan en un gran numero de embarazadas, son situaciones que no debemos normalizar, ya que la presencia de éstas son señales de debilidad muscular, desbalance en su activación o alteraciones que deben ser evaluadas, tratadas y estabilizadas mediante ejercicios especñificos que fortalecerán músculos